Los Guías, en general, son trabajadores autónomos que buscan sus clientes a título individual o a través de una compañía de guías o agencia comercial.
Las actividades se practican colectivamente o a nivel individual, tanto en una sola jornada como en varios días o largas rutas o travesías.
Contratar un guía es útil tanto para iniciarse en alguna modalidad de montaña como para enfrentar una vía de envergadura o una cima de prestigio, para mejorar la técnica personal o para delegar la logística de un reto.
Las tarifas varían en función de la dificultad de la actividad, del número de personas y de la duración. Por norma general, los gastos de transporte y alojamiento corren a cargo del cliente.
Cuando contrates una actividad con un Guía profesional, asegúrate que cumple los siguientes requisitos:
- El Guía tiene que estar en posesión de la titulación correspondiente. Lo puede acreditar mediante su carné profesional.
- La actividad debe estar dentro de las competencias de su titulación. Puedes comprobarlo aquí.
- Firma de un contrato donde consten los detalles de la actividad contratada.
- El Guía autónomo o la empresa deben estar en posesión de un Seguro de Responsabilidad Civil.
- Como cliente, debes estar asegurado mediante un Seguro de Accidentes.
- El Guía y la empresa deben estar inscritos en el Registro de Turismo Activo de su Comunidad.
Exigir estos requisitos es una garantía para ti como cliente y ayuda a nuestra profesión a evitar el intrusismo.