Vamos a tumbar algunos tópicos.
«Después de Semana Santa ya sólo pienso en la playa», «hace demasiado calor para esquiar», «en cuanto cierran la estación cuelgo los esquís»…
Ni caso.
Cada vez sois más a los que las estaciones de esquí se os hacen pequeñas. Es lógico, buenos esquiadores y esquiadoras en un espacio tan pequeño, discutiendo si la nieve está dura o hay demasiadas bañeras….hasta que alguien levanta la vista y mira con nuevos ojos todas esas montañas que antes eran solo el fondo de la postal.
Y si, ahí es dónde está lo bueno amigos!
Ahí es donde encontraréis esa motivación que os reenganche al esquí; hay que dar el paso, ampliar horizontes y salir ahí fuera a sacar el mejor provecho de esa técnica de esquí perfeccionada durante años en las pistas.
El primer paso, para empezar con buen pie, un par de salidas de día en busca de buenos descensos, con un Guía que os facilite el camino. Él os llevará ahí donde está la mejor nieve, se ocupará de la logística y de la seguridad para que tu sólo te ocupes en esquiar. Te enseñará de nieves y de ritmos, despertará tu potencial.
Al principio habrá que esforzarse, así la recompensa sabe mejor. Ya no vale sentarse en el telesilla como sustituto al sofá, quien algo quiere algo le cuesta. Tu mente lo agracedera, es lo que yo llamo la meditación invernal.
Pasito a paso, respiras, no piensas, tu mente deja de quejarse y pre-ocuparte…..
Y ya no hay marcha atrás.
Espacio, libertad, superación, disfrute…cada uno encuentra lo suyo porque la montaña tiene para todos.
Y te gusta. Y quieres más.
¿Que tal una noche de romper la rutina con buena comida, risas, amistad…en un refugio de montaña? ¿Que tal darse cuenta lo bien que sienta lo sencillo en cuanto desconectas del ruido?
Eso es. Y porque no darte el gustazo de estar 3, 4 o 5 días, los que quieras, en ese ritmo que te llena; foquear, respirar, esquiar, recargar la pilas.
¿Y donde dormimos? Imagina un sitio cálido, donde te sirven una estupenda comida y nadie te pregunta que tal el trabajo. Un espacio dónde convives y te echas unas risas con la cuadrilla o con nuevos conocidos, donde puedes estar sin cobertura y interactuar con los que te rodean. Ten cuidado, los refugios de montaña pueden llegar a enganchar.
¿Y que tal la nieve? En altura la nieve es de otra manera, no entiende de estaciones, el invierno se alarga y de repente estás en plena primavera disfrutando del sol, los días largos y el tiempo estable, avanzando fácil por la mañana con la nieve dura y gozándote las bajadas con cremita.
¿Y a dónde vamos? Has escuchado de la Carros de Foc en esquís? de la vuelta al Posets?
Estamos en una de las mejores zonas para disfrutar de las rutas de esquí de travesía; pregúntales a los centenares de europeos que vienen para esquiar en nuestras montañas, disfrutar del sol y la calidad de la nieve y relajarse en los estupendos refugios.
Aunque si te gusta salir un poco más allá, en Alpes el terreno es infinito; la Vuelta a la Meije, la Chamonix-Zermatt, la Silvretta….rutas archiconocidas, descensos interminables, rodeados de gigantes blancos….
Ya sabes, la verdad está ahí fuera, sólo tienes que dar el paso.
